Internos de la cárcel de Temuco iniciaron su año escolar

Jueves 29 de Marzo, 2018

Camilo es uno más de los alumnos del Colegio Municipal Manuel Rojas, de Temuco. En la actualidad, este joven, quien prefiere reservar su apellido, cursa cuarto medio en la especialidad técnico profesional Productos de la madera y espera pronto emprender su propio negocio o conseguir trabajo remunerado. Una posibilidad que podría comenzar a materializarse en mayo próximo, cuando postule a los beneficios disponibles en el sistema carcelario. Y es que Camilo es uno más de los 250 jóvenes y adultos que asisten diariamente al Colegio Municipal Manuel Rojas, ubicado al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco y que este jueves dieron inicio oficial al año escolar.

La escuela, cuenta su Director, Nestor Aravena, “tiene todas las modalidades de educación de adultos: Básica, media y media técnico-profesional y científico-humanista. Gran parte de la educación se tiñe de enseñanza técnica”, enfatiza. Y Camilo es uno de los alumnos destacados: a pesar de reconocer sus debilidades con el ramo de Ingles, asegura que en la cárcel ha aprendido “a trabajar en equipo, a hacer todo mejor”. Por eso sueña con “salir a la calle con otra mentalidad y buscar un trabajo y hacerlo bien ( ) porque he perdido muchos años de mi juventud aquí”.

Sueños en los que Gendarmería y docentes han comprometido esfuerzos, incluyendo también a 4 educadoras diferenciales, quienes desde hace 2 años son parte del Programa de Integración Escolar –PIE-, en el que unos 50 estudiantes participan de talleres que tienen como fin potenciar las habilidades cognitivas y técnicas. “Este colegio tiene atención para quienes presentan necesidades educativas especiales, así es que cada día pueden avanzar a su ritmo y se les prepara para una vida de reinserción en el futuro”, indica al Seremi de Educación, Alicia Bahamondes, quien compartió la ceremonia de inicio del año escolar desarrollada al interior de la cárcel.

El Colegio Manuel Rojas comenzó a funcionar en 1941 y hoy educa a 250 reclusos, de los cuales 100 cursan enseñanza básica y 150 completan la enseñanza media. La idea es educar y entregar las herramientas para generar sus propios emprendimientos y fuentes laborales a los 60 alumnos que, en promedio, se gradúan cada año. Mediante las especialidades de productos de la madera y gráfica, los alumnos tienen la oportunidad no sólo de realizar estudios tradicionales, sino también, el aprendizaje de especialidades técnicas y así vender sus productos y aportar a sus familias. También, para los alumnos de enseñanza básica, se imparte el oficio de Electricidad. Trabajo práctico que los motiva aún más en su reinserción a la sociedad.